viernes, 26 de octubre de 2012

Crítica: Lo Imposible (2012)

FICHA TÉCNICA


Película: Lo imposible. Título original: The impossible. Dirección: J.A. Bayona. Países: España, EEUU Año: 2012. Duración: 107 min. Género: Drama, Catástrofes. Intérpretes: Naomi Watts (María), Ewan McGregor (Henry), Tom Holland (Lucas), Samuel Joslin (Thomas), Oaklee Pendergast (Simon), Marta Etura (Simone), Sönke Möhring (Karl), Geraldine Chaplin (mujer mayor). Guión: Sergio S. Sánchez, basado en un argumento de María Belón. Producción: Belén Atienza, Álvaro Augustín, Enrique López Lavigne y Ghislain Barrois. Música: Fernando Velázquez. Fotografía: Óscar Faura. Montaje: Elena Ruiz y Bernat Vilaplana. Diseño de producción: Eugenio Caballero. Vestuario: Sparka Lee Hall, Anna Bingemann y María Reyes. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.





SINOPSIS: María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos pasan las vacaciones de invierno en Tailandia. Una mañana, mientras se encuentran en la piscina, un terrible rugido emerge del centro de la tierra. María se queda paralizada por el miedo, al ver cómo un inmenso muro de agua oscura avanza por los jardines del hotel hacia ella.


     Tras una campaña publicitaria brutal nos llega la nueva película de Juan Antonio Bayona, director de la exitosa El Orfanato (2007) y uno de los nombres a tener en cuenta en el negro panorama del cine español, huérfano últimamente de ideas refrescantes y atractivas. Para ello se ha valido de la odisea real de una familia española que se vio inmersa en el terrible desastre que ocasionó el tsunami que asoló el sudeste asiático las Navidades de 2004, consciente del atractivo que suele suponer para el espectador una historia basada en hechos reales. Para ello ha contado con un presupuesto de 30 millones de euros, uno de los mayores de la historia para una película española, y vistos los fantásticos resultados iniciales en la taquilla podemos afirmar que se trata de un dinero muy bien invertido. No se trata de una película redonda, pero si entras en su juego y la historia termina atrapándote conseguirá su objetivo y terminarás perdonándole los pequeños fallos que pueda tener. Lo que está claro es que Bayona se está convirtiendo en un especialista en sacar el máximo partido a las historias que le llegan, algo que ya pasó con El Orfanato.




     El primer tercio de la película es escalofriante, impactante, comenzando por la asombrosa recreación que el equipo de efectos especiales ha hecho de la llegada del tsunami y de su imparable devastación, espectacularidad remarcada por uno de los mejores montajes de sonido que he tenido el gusto de disfrutar en los últimos años. Es difícil que el espectador no se sienta también arrastrado por esa acongojante fuerza de la naturaleza. Bayona recrea a la perfección lo indefenso que está el ser humano ante los latigazos de la Madre Tierra, capaz de borrarnos de un plumazo en tan solo unos segundos. Tras estos minutos en los que el espectador contiene la respiración ante tanta destrucción asistimos al que para mí es la mejor parte de la película, la lucha por la supervivencia de María y Lucas, su periplo por una zona ya devastada (de nuevo un gran trabajo de ambientación), heridos, hambrientos y sin saber la suerte que ha corrido el resto de su familia. Es un momento de silencios, de ahorrar las pocas fuerzas que tienen para seguir adelante, y sin perder la esperanza de vivir en ningún momento. La narración sufre un pequeño parón en el momento en el que la historia se centra en Henry, tal vez porque la interpretación de McGregor no tiene la fuerza que sí poseen las de Watts y Holland. Posteriormente, el relato comienza a coger fuerza y velocidad de nuevo y ya no nos suelta hasta el final.


     En este momento he de decir que para disfrutar plenamente de "Lo imposible" tenemos que entrar en el juego que nos propone Bayona, el cual carga la historia de un sentimentalismo que en ocasiones puede resultar hasta exagerado, convenientemente apoyado por una banda sonora (muy buena, por cierto) que ayuda a recalcar cada uno de los trágicos momentos que pueblan la historia. Los habrá que tilden a la película de excesivamente sentimentaloide y edulcorada, con el objetivo de buscar la lágrima fácil del espectador. Aquellos que se emocionan con facilidad en el cine no tendrán ningún problema a la hora de empatizar con las vicisitudes por las que pasa la familia protagonista. Aquellos que no son fácilmente impresionables quedarán saturados ante tal exhibición de dramatismo buscando encoger los corazones del respetable.



     La fuerza, emotividad y dramatismo del relato sería menor sin el impresionante ejercicio de interpretación que nos ofrecen los cinco actores que encarnan a la familia protagonista. Naomi Watts nos ofrece un papel de esos que se recuerdan en el tiempo, con una actuación muy física y desgarradora durante toda la película. Ewan McGregor no sobresale demasiado, ofrece una actuación muy correcta pero que se ve superada por las de sus compañeros de reparto, lo que  no quita que tenga algún momento muy destacable. Pero si alguien ofrece naturalidad, frescura y autenticidad en su interpretación son los tres niños, Samuel Joslin, Oaklee Pendergast y especialmente Tom Holland, que interpreta a Lucas, el hijo mayor, y que ofrece junto a Watts algunas de las escenas más emotivas de la película. Bayona demuestra ser un gran director de actores, y echa por tierra aquella afirmación del gran Hitchcock: "nunca ruedes con niños, animales o Charles Lughton".


     En definitiva, un gran espectáculo cargado de dramatismo y sentimentalismo, que combina a la perfección apabullantes efectos especiales con una historia que nos llegará al corazón y que constituye un canto a la supervivencia, al amor y a la esperanza. Y especialmente, un claro ejemplo del camino que debe seguir el cine español si quiere llegar a un público más amplio.


LO MEJOR: La historia humana que subyace en la tragedia; Naomi Watts y los tres niños protagonistas; los efectos especiales; el montaje de sonido.

LO PEOR: Bajón en el ritmo; que la tachen de sentimentaloide.

MI NOTA: 8,75/10

LA FRASE:  "¿Sabes cuándo he pasado más miedo? Cuando he salido del agua y estaba totalmente solo. Eso ha sido lo peor. ¿Y si mamá y Lucas están ahora igual de solos? Imagínate lo asustados que estarán.


                                                                    TRAILER


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